La ciberadicción o conducta adictiva a Internet se define como un patrón de comportamiento caracterizado por la pérdida de control sobre el uso de Internet a través de diversos dispositivos (ordenadores, teléfonos, tabletas, etc.) que interfiere con la vida diaria.
Esta conducta puede conducir al aislamiento y descuido de las relaciones sociales presenciales, de las actividades escolares, de las actividades recreativas, de la salud y de la higiene personal. Según algunos autores advierten que algunos jóvenes desarrollan conductas adictivas afines a la dependencia a sustancias (Arab L. & Díaz G., 2015).
Las adicciones a tener en cuenta son las siguientes: Internet, smartphones, videojuegos, redes sociales, tabletas, etc. No se puede comparar esta adicción con otro tipo de adicciones de sustancias, ya que el uso de los dispositivos citados y la conexión a Internet, en general, tienen un carácter positivo, ya que nos ayudan en nuestra vida diaria, facilitan estímulos positivos, permiten crear relaciones y además es una forma lúdica de distraerse.
El uso abusivo de estas tecnologías puede generar ciertos síntomas que los progenitores y/o tutores deben saber identificar y reconocer:
Los datos que ofrece la Asociación de Usuarios de Internet son preocupantes ya que el 33% de las consultas de pediatría tienen que ver con el uso de los dispositivos TIC y conexión a Internet. Según investigación europea, el 32% de los jóvenes pasa más de 3 horas diarias conectados a Internet. A nivel general, casi un millón de jóvenes está en riesgo de sufrir la adicción a la conexión a Internet y casi 50.000 adolescentes en España ya padecen adicción a Internet (Cadena SER, 2017).
Bibliografía