Si se busca la definición de ciberbullying se pueden encontrar distintas definiciones. La definición de ciberbullying cambia constantemente, ya que surgen nuevas formas para realizar este tipo de acoso. Una definición más completa de ciberbullying podría ser la siguiente: acoso o agresión intencionada y repetitiva entre iguales utilizando como medio las TIC para ejercer una desigualdad de poder entre víctima y agresor, pudiendo incluir chantaje, agresión psicológica, vejaciones e insultos entre niños (Garmendia M. J., 2016) (INTECO, 2009).
La diferencia entre el bullying tradicional es solo el hecho de la utilización de medios tecnológicos TIC (ordenador, tableta, smartphone, etc.) para realizar el acoso o agresión a través de Internet.
El acoso producido sobre un menor utilizando las nuevas tecnologías (ciberbullying) tiene un mayor alcance que si no se produce a través de las TIC (bullying), ya que puede producirse fuera del espacio escolar, pueden llegar mensajes en cualquier momento, puede ser vista por mucha cantidad de espectadores en número ilimitado de ocasiones y los acosadores pueden ser personas desconocidas (Garmendia, Garitaonandia, Martínez, & Casado, 2012).
Acciones que puedan determinarse como ciberbullying pueden ser: publicación de imágenes o videos, los famosos memes, datos personales y cualquier tipo de publicación para hacer daño, perjudicar o avergonzar a alguien o suplantar la identidad creando perfiles falsos para publicar datos falsos o agredir a terceros en nombre de otra persona (Arab L. & Díaz G., 2015).
Según el II Estudio de Acoso Escolar y Ciberbullying realizado por la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) y Fundación Mutua Madrileña basada en el Informe del Teléfono ANAR, estipula que la edad media de los acosadores hasta el año 2015 estaba en 11,8 años y en el año 2016 descendía hasta los 11,0 años. Así también, este informe marca la edad media de las víctimas hasta el año 2015 en 11,6 años y en el año 2016 descendía hasta los 10,9 años. (Fundación ANAR. Fundación Mutua Madrileña, 2017). En ambos casos la edad medía tanto de acosador y víctimas desciende encontrándose en la franja de 11-12 años, datos que ponen de manifiesto la preocupación que se debería tener por los mismos.
A la hora de analizar si una víctima ha sufrido bullying o ciberbullying sería complicado indicar si sólo ha sufrido un modo de agresión u otro. Actualmente sufrir acoso en el entorno escolar (bullying) incrementa las probabilidades de experimentarlo también a través de Internet (ciberbullying). El aumento en el uso de los dispositivos móviles, aplicaciones de mensajería instantánea, disponer de teléfono móvil propio, etc. aumentan las oportunidades de generar ciberbullying. Existe una delgada línea entre estos dos términos y a la hora de decidir si se ha cometido un daño únicamente de un modo.
Bibliografía